Hoy no hablare de la fiesta que se realizo el fin de semana, porque la verdad estuvo muy buena y las palabras sobran solo vean las fotos que están en la sección fotografías- VIP-4, ellas lo dicen todo. Solo puedo decir que me encuentro un poco tristes, un poco descompensado interiormente, quizás por añorar aquellos tiempos en que Quintero era mas tranquilo, sin tantos autos, sin la mala clase de gente que ha llegado, se supone que a medida que pasa el tiempo, el ser humano debe ser mejor e ir evolucionando tanto espiritualmente como materialmente, pero muchos de los que nos visitan han perdido ese punto de vista, la espiritualidad de ser ricos interiormente, de ser mejores con los demás, de cuidar nuestro entorno, y de tantas otras cosas, será por eso que añoro esos días en que Quintero era mas sano, mas puro en sus personas y lo natural.
Aun recuerdo cuando Quintero tenia muchas de sus calles de tierra y que cada cierto tiempo pasaba un camión aljibe tirando agua a las calles para luego venir una gran maquina amarilla que hacia mucho ruido y que tenia la forma de esqueleto prehistórico, y lo que hacia era emparejar los caminos, también recuerdo que junto a otros amigos del barrio, esperábamos que pasara esta maquina para ser los primeros en dejar nuestra huella en esa tierra, incluso a los bordes de la calle, quedaba una fila larga como una gran montaña de tierra y lo entretenido era pisar sobre ella. Quizás algunos dirán, "las tonteras que se recuerda" pero el ambiente y la atmósfera que se respiraba en esos tiempos era muy limpia y sana. muy diferente a lo que se vive hoy y creo que este comentario va también para otras ciudades como Quintero.
Aun recuerdo cuando Quintero tenia muchas de sus calles de tierra y que cada cierto tiempo pasaba un camión aljibe tirando agua a las calles para luego venir una gran maquina amarilla que hacia mucho ruido y que tenia la forma de esqueleto prehistórico, y lo que hacia era emparejar los caminos, también recuerdo que junto a otros amigos del barrio, esperábamos que pasara esta maquina para ser los primeros en dejar nuestra huella en esa tierra, incluso a los bordes de la calle, quedaba una fila larga como una gran montaña de tierra y lo entretenido era pisar sobre ella. Quizás algunos dirán, "las tonteras que se recuerda" pero el ambiente y la atmósfera que se respiraba en esos tiempos era muy limpia y sana. muy diferente a lo que se vive hoy y creo que este comentario va también para otras ciudades como Quintero.
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