Cuando el Tren llegaba a Quintero

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¿Alguien recuerda el tren que llegaba a Quintero?
En verano cuando era niño, me gustaba ir a ver el tren al su llegada a la estación y ver la gran cantidad de gente que salia por las ventanas y tiraba sus bolsos para ir rápidamente a la playa. Una vez que se desocupaban los vagones comenzaban las maniobras para cambiar el sentido de la locomotora para su regreso. Éramos una patota de cabros chicos que esperábamos ese momento para subirnos al pata de fierro, obviamente escondidos para no ser pillados por el cuidador de la estación (El Sr. Aguilera que también jugaba basketball en la cancha de la estación) y disfrutar ese corto recorrido, con cambios de rieles y olor a carbón y el inconfundible pitazo que el tren hacia cerca del liceo para luego devolverse y enganchar los vagones para volver a Santiago. Al recordar esos momentos aun siento esa combinación de olor a vapor, carbón y chirridos de rieles por la estación.

Café Dulcinea

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No salgo mucho en Quintero, solo a tomar fotos, pero este ultimo fin de semana fui con mi familia a un café que se encuentra ubicado frente al Museo de Quintero y la verdad que me ha gustado mucho, tienen una gran variedad de cafés y unos pasteles y tartaletas que son de miedo, y el precio es muy conveniente, la verdad que es algo que se debe recomendar pues el lugar es muy acogedor con música suave y es agradable para conversar.
Creo que me verán muy seguido por ese lugar.


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Los Cururos del Cerro de la Cruz

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Hubo un momentos en que los días domingo iba con mi mamá a rezar al Cerro de la Cruz, para pedir por mi papá quien estaba navegando, embarcado en un buque griego, era la moda en ese tiempo.
Caminando, caminando, subíamos por los caminos de tierra y nos guiábamos por los senderos que se habían formado por el paso de las personas y del tiempo, uno de esos días, cuando acompañaba a mi santa madrecita, y luego de mi breve oración me puse a jugar en la gran roca que sostiene la cruz, me gustaba mirar desde lo alto toda la bahía, luego saltaba y me tiraba de guata a observar la tierra y el pasto como también a observar el cielo y ver el movimiento de las nubes mientras sentía en mis oídos la música del viento que pasaba entre la hierba. Estando en esas inquietudes de cabro chico me llamo la atención la gran cantidad de hoyitos que habían y lo mejor aun, ver como unas pelotitas negras aparecían y desaparecían de manera aleatoria en diferentes partes del cerro, me explicaron que esos animalitos se llamaban cururos, pero como soy curioso y quería conocerlos mas, me puse pacientemente en uno de los hoyitos a espera, esperar, esperar y esperar.. y repentinamente frente a mi cara apareció un ratón negro, que la verdad no supe quien estaba mas asustado si era el o yo.


Para los mas jovenes que no han tenido la fortuna de conocerlos, les adjunto esta informacion

Cururo
Nombre común : cururo.

Nombre científico: Spalacopus cyanus.
Distribución : Chile, Caldera (III Región) a Curicó (VII Región), desde el nivel del mar hasta 3.400 m de altitud.
Hábitat : túneles en terrenos cubiertos de vegetación con raíces comestibles o bulbos. Las entradas se reconocen por los montoncitos de tierra.
Descripción : cuerpo cilíndrico, orejas pequeñas, ojos chicos y cola corta. Sus manos presentan grandes garras. Tiene poderosos incisivos. Su pelaje es corto y de color negro azabache.
Comportamiento: en sus galerías o túneles construye cavernas de almacenaje de bulbos comestibles y cámaras para crianza. En general no abandona sus galerías, pero asoma su cabeza en las entradas cuando sale el sol. Se comunica con sonidos que resuenan en los túneles. Cuando la vegetación del terreno disminuye, la colonia se traslada durante la noche.


Rumbo al liceo

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Hoy recordaba aquellos tiempos de estudiante en el Liceo B14, cuando en esa época, detrás del liceo había un sitio pelado(hoy esta la feria) y existían las líneas del tren, el que llegaba a Quintero. Era bonito ir bajando con mi disfraz de estudiante por av.argentina y subir ese pequeño morro por donde pasaba la línea y ver el pasto cubierto de rocío, o cuando era mas invierno ver las posas escarchadas por el frío de la noche.

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